Hasta ahora, hemos hablado de lo bonito que es planificar una boda y de cómo conseguir que todo salga bien. Pero pongámonos en lo peor. Hay cosas que siempre nos pueden desbordar y llegar a arruinar el que tiene que ser el día más feliz de nuestra vida.

 

Un día de lluvia

Imagínate que todas las previsiones de lluvia que has estado viendo durante la semana se cumplen, y el día de tu boda no para de llover. Aunque la boda y el banquete sea en una sala interior tienes la necesidad de llegar a todos los sitios con tu vestido radiante y el peinado perfecto.

Solución. Al mal tiempo buena cara. Pide a un familiar o amigo que salga a comprar un paraguas que vaya a juego con la novia. Busca entre tus invitadas a la mejor peluquera y llévatela contigo en el coche para que haga los últimos retoques antes de llegar. Y entre las fotos de la boda haceros alguna besándoos debajo de un paraguas.

 

Boda lluviosa

 

Flores marchitadas

Casi no habéis empezado con el convite y las flores se encuentran ya mustias. Calefacciones, días de mucho calor, mal cuidado por culpa de los floristas, todo esto afecta a la hora de que una flor aguante más tiempo fresca.

Solución. Si consideras que las flores no van a tener un ambiente propicio para ellas, cuida bien su elección. Existen  flores muy resistentes al tener tallos más leñosos como lirios, dalias. Evita flores que aguanten poco como tulipanes o gardenias. Habla con tu florista y cuéntale tus preocupaciones. Te podrá aconsejar de las flores y plantas ideales para ese día.

 

Los huéspedes se pierden

Te parecerá mentira, pero cuando tienen que recorrer distancias de un lugar a otro, no todos conocen el camino. Te puedes encontrar que alguno o incluso un grupo le cueste estar en el sitio a la hora señalada.

Solución. Como ya pensarás la solución es básica, solo has tenido que darte cuenta del problema. Tan simple como imprimir un mapa, con breves indicaciones. Algunos novios incluso piden a sus amigos que se molesten un día antes en poner indicaciones visuales en diferentes cruces importantes.

 

Un sol molesto

Sobre todo si has decidido casarte al aire libre, puede resultar que a esa hora del día en el que das el “sí quiero”, las sombrillas o parasoles no cubran todo el sol y algún invitado lo pase mal en el sitio que le has asignado. También nos podemos encontrar que el sol del atardecer se sitúa detrás de los novios con el peligro de dejar prácticamente ciegos a los asistentes.

Solución. Esto es tan sencillo como visitar el lugar elegido unos días antes y fijarte en la situación del sol a la misma hora en que te vas a casar. Si este es un problema. Pon algún tejido de por medio que baje el tono de luz y si es necesario la temperatura.

 

Sabía que se iba a retrasar

Muchas veces pasa, que algún asistente importante no llega a tiempo, quizás la fiesta de la noche anterior haya sido larga y le cueste levantarse o simplemente que es habitual en esto de no ser puntual.

Solución. Si te temes lo peor, habla con la persona en cuestión de lo importante que es que este a tiempo, ya sea para la fotos, la ceremonia o por cualquier otra momento donde es importante su asistencia. Si aun así no te fías, pide ayuda a alguien para que se encargue de  ayudar a esta persona a cumplir los tiempos previstos.

Si la persona que no ha llegado a tiempo no es fundamental para el desarrollo de tu enlace. No te preocupes al fin y al cabo la que tiene que disfrutar de este gran día eres tú.

 

El que con niños se acuesta……

Los niños invitados a tu enlace, por mucho que les vistas de etiqueta o les pidas asumir responsabilidades como llevar las flores o los anillos, siempre serán niños. A lo largo de tu boda, correrán, gritaran, lloraran y se subirán en todos sitios, por muy formal que sea la boda que has planeado.

Solución. No te empeñes en poner puertas al campo, los niños son niños y su vitalidad estará patente durante todo el día. Propón soluciones para que se mantengan entretenidos, se pueden llevar pequeños juegos y habilitar una zona para ellos, ponerlos en su propia mesa y cambiar el mantel por un papel donde puedan dibujar, llevar un sencillos espectáculos como un mago o ya en el peor de los casos contratar un canguro que se haga cargo de ellos.

 

Una broma a destiempo

Durante la boda se suelen suceder situaciones, que si bien en un principio son graciosas pueden salirse de contexto e irritar a alguien cercano a ti a ti misma. Discursos, tradiciones, o incluso bromas en las que los participantes pierden un poco los papeles.

Solución. Si ya temes por alguna persona en concreto, no tengas ningún problema en decírselo con anterioridad, dile tus preocupaciones y por qué no, pon una barrera que no puedas traspasar.

También existen veces en que no es malo recordar a los amigos  o los familiares, que si tienen prevista cualquier broma, las mejores son como en todo, dulces y cortas.

 

Novia enfadada

 

Costes ocultos

Podemos encontrarnos que un proveedor nos justifica un precio superior al que contábamos. Un simple cambio de última hora que no hemos tenido en cuenta negociar o una letra pequeña que no hemos leído. Y el precio se nos dispara o el dinero no nos llega.

Solución. Todo por escrito. No importa si es grande o pequeño. Procura siempre que hagas un cambio que no se quede en un simple contrato verbal y pide que te lo den o envíen por escrito con todas las modificaciones que se van a efectuar. Y por supuesto guárdalo todo.

 

Si bebes no conduzcas

Alguna boda nos trae malos recuerdos por este motivo. Según va pasando el día y la fiesta se anima, nos podemos encontrar que algún invitado se haya tomado una copa de más y seguramente coger el coche para volver a su casa no es ni muchísimo menos la mejor opción.

Solución. Si piensas que tu boda se puede complicar en este punto. Es tan sencillo como contratar un servicio de transporte alternativo. Ya puede ser un pequeño autobús si los invitados se van a alojar en el mismo hotel o tener a disposición de los asistentes un servicio de taxi durante toda la noche.

 

 

Y seguro que me he dejado algún que otro desastre en una boda sin citar, pero creo que es un buen repaso. Como habrás visto nos podemos  enfrentar a pequeños problemas, que no son difíciles de solucionar si están bien previstos. De todas formas intenta reaccionar bien y rápido ante todo lo que pueda ocurrir, siendo el último consejo que no hagas dramas de cualquier cosa que seguramente al final de cuentas no serán tan importantes.

Disfruta del día de tu boda.